1. Dibuje primero un cuadro con lápices de color solubles en agua.

2. A continuación, pinte por encima del cuadro con un lápiz de color no soluble en agua; es decir, tape el cuadro con una capa de color oscuro hasta que ya no pueda identificar lo que hay debajo. Los pigmentos de color solubles en agua separan los pigmentos negros del papel mientras generan una capa de color que puede eliminarse con un velo de agua.

3. Ahora el cuadro se pasa a otro jugador a quien se le permite coger un pincel y agua en abundancia para aplicar un buen velo de agua al cuadro.

4. Como por arte de magia, el cuadro secreto emergerá lentamente de la oscuridad. El color negro húmedo puede retirarse con un pañuelo de papel o incluso aclararse bajo un grifo.